El dolor de cuello se trata de un dolor localizado en la zona cervical de la columna denominado cervicalgia. Normalmente se debe a una inflamación de las articulaciones o contractura muscular de la zona, que puede estar ocasionado por traumatismos, malas posturas, estrés, tensión nerviosa, sobreesfuerzos, etc.
Los síntomas más comunes asociados al dolor cervical son pérdidas de movilidad, dolores de cabeza, mareos, vértigos, sensación de tensión en el cuello, dolor referido a los brazos y hormigueos en las manos, entre otros.
Debido a que las causas que originan la cervicalgia pueden ser lesiones de diversos tipos, es necesaria una correcta evaluación y un buen diagnóstico con un especialista en medicina de rehabilitación para aplicar el tratamiento más adecuado, que no sólo alivie los síntomas, sino que evite que la lesión empeore; se aumente la presión intervertebral ocasionando que los discos de la columna se vayan comprimiendo y los espacios articulares disminuyan causando una artrosis de columna.
En las primeras horas de padecer de cervicalgia, y hasta que se acude a la consulta del médico, se puede recurrir a aplicar calor en la zona para aliviar un poco el dolor y relajar en cierta medida los músculos de la zona cervical.
Evita la Cervicalgia:
- Evite sentarse en mala postura. Al sentarse mantenga la espalda erguida y alineada, repartiendo el peso entre las dos tuberosidades isquiáticas, con los talones y las puntas de los pies apoyados en el suelo, las rodillas en ángulo recto con las caderas.
- Evite mantener flexionado el cuello durante un tiempo prolongado (por ejemplo para ver el celular, cocinar, planchar o en la actividad laboral)
- Evite la hiperextensión del cuello
- Evite dormir en malas posturas. Si duerme boca arriba, la almohada debe asegurar que la columna cervical con la dorsal forme el mismo ángulo que al estar de pie. Si duerme de lado la almohada gruesa debe mantener el cuello en el eje de la columna dorsal.
- Situaciones de estrés mantenido (laborales, familiares, sociales, etc.) provocan tensión y contracturas musculares en el cuello. Los masajes, descontracturan, mejoran la circulación y mejoran la movilidad del cuello.
- Es importante el reposo físico durante los periodos de dolor
- Hacer estiramientos de cuello y hombros de forma suave y sin dolor ni rebotes.