El dolor de espalda puede ser provocado por diversos motivos. Mientras que el dolor quizá parezca ser causado por un evento en particular, la causa real usualmente es el resultado de años de tensión, tareas repetitivas, mala postura, levantar, doblar y la debilitación de músculos de la espalda y estómago.
La mayor parte de las lesiones de espalda son causadas por sobre utilizar o torcer los músculos y ligamentos. El dolor de espalda usualmente se puede prevenir usando prácticas seguras de trabajo y haciendo ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.
Como reducir el dolor de espalda:
- Cuida tu postura. El estar en una misma posición durante mucho tiempo puede provocar dolor de espalda. Si está sentado en una misma postura durante varias horas, levantarse y estirar las piernas y el cuerpo cada cierto tiempo liberara tensiones y ayudara a estirar los músculos. Si, por el contrario, pasa el día de pie, siéntese de vez en cuando y relájese durante un momento, esto podrá evitar los dolores de cuello y espalda que provocan estas posturas.
- Aplicar compresas frías y calientes. Aliviaran la rigidez y el dolor. El calor reduce los espasmos musculares y el dolor. El frío ayuda a reducir la hinchazón y adormece el dolor profundo. Sin embargo, usar compresas no corrige las causas del dolor de espalda cuando este ya es crónico.
- Utilizar una almohada lumbar. La almohada lumbar se coloca en la curva natural de tu espalda y al estar sentado da soporte a la espalda y la mantiene en la posición correcta.
- Coloca una almohada entre tus rodillas cuando duermas de costado. Esto aliviará la tensión en la zona lumbar.
- Masaje. Aplicar un poco de presión en los músculos afectados o tensos para reducir la tensión y lograr relajarse. Se puede frotar el área con las yemas de los dedos o el puño tratando de hacer movimientos circulares.
Consulte un especialista cuando:
- Su dolor es el resultado de una lesión específica.
- El dolor imposibilite el movimiento de su espalda.
- El dolor se transporte de su espalda hacia sus piernas.
- Su pierna, pie, o el área genital o rectal se sientan adormecidos.
- Además del dolor de espalda usted presente fiebre, nausea, dolor estomacal, debilidad o sude mucho.
- Usted no note una mejoría en la salud de su espalda después de una semana.
Acudir a fisioterapia puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la funcionalidad de la zona de lesión. Un aspecto importante de la fisioterapia consiste en que el fisioterapeuta también le enseñara distintas formas de minimizar la posibilidad de sufrir dolores en un futuro.
La fisioterapia incluye tratamientos activos y pasivos. Los tratamientos pasivos ayudan a relajar el cuerpo y disminuir el dolor. El tratamiento activo tiene como objetivo recuperar la movilidad y funcionalidad de la zona lesionada, esta parte consiste en ejercicios terapéuticos guiados que flexibilizan y fortalecen la zona de la lesión.